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POESIA Y RELATOS

¡ El encuentro ! (relato corto)

Había planeado el encuentro con todo detalle. Ahora, cuando apenas faltaba media hora para tocar el lomo de la luna, estaba inquieta. Le venían a la cabeza las advertencias de su amiga, la única que sabía lo que pensaba hacer. Y ¿si era un psicópata?, pero, no, lo conocía de sobra, habían hablado ¿cuántas páginas de log eran? Unas 160, y se lo habían contado todo.

Cogió su teléfono y le puso un mensaje ¿dónde estás?, dónde las olas me llevan, fue la contestación inmediata y, una sonrisa apareció en su rostro.

Por fin, dieron las diez y puntual, absolutamente puntual, recibió la llamada. Estoy esperándote en l puerta del hotel.

Cogió su abrigo y salió corriendo, sin mirar hacia atrás.

Era tal su nerviosismo que no lo vio, entonces, el claxon de un coche llamó su atención

Ahí estaba. Por un momento pensó en escapar, en dejar que todo siguiese igual en su vida, pero, aquella sonrisa tiraba de ella más que sus 45 años anteriores.

Cómo dos críos de quince años, sin rozarse, pero sin separarse, buscaron un lugar para cenar. Hablaron mucho, se miraron más, y no comieron nada.

El momento se acercaba. Paseando, llegaron al hotel, dónde ella había reservado una habitación con dos camas.

Mientras ella se ponía el camisón, él preparó unas copas. Después le tocó a él utilizar e baño, y salió con un pijama de rayas, recatado y elegante.

Le entregó un libro precioso, sobre su lugar de origen, y, cada uno en su cama, seguían hablando de trivialidades.

De repente, él le cogió la mano y una descarga eléctrica recorrió su cuerpo. Mientras él le retiraba el pelo de la cara no podía dejar de mirarlo. Entonces, se besaron, los dos temblando, nerviosos.

Estuvieron juntos dieciséis horas. Hicieron el amor durante todo el tiempo. Ella, tocó el lomo de la luna, el que siempre había soñado.

Durante esa noche no recordó ni un instante que le llevaba doce años, que había mentido en su casa, dónde marido e hijo creían que estaba en un cursillo.

Al separarse, ella sabía que nunca lo olvidaría. Él había abierto la puerta que tenía cerrada desde que se casó, hacía ya más de 24 años y que, nunca, nadie más abriría, de eso estaba segura.

Ahora, las tardes de lluvia la llevan hasta él, los días de sol, le traen su tacto, y la tierra húmeda, le recuerda su olor. No sabe qué ha sido de él, lo más probable es que tenga una novia formal y nunca recuerde la lluvia en Madrid.

Las experiencias son distintas para cada uno. Él, tuvo un rollito de chat, ella, le dio sus sueños, para siempre. Cosas de la edad. Pero, nadie le robará el recuerdo del temblor de una mano cogiendo la suya, eso es suyo, pese a todos, incluso a él

3 comentarios

Anónimo -

Aragorn: la historia fue experimentada por terceras personas, supongo q tendria q ser hermoso para los q lo vivieron, jeje

Color: Gracias por tu opinión besos

Color -

Felicidades Xelia muy bonito!!

Aragorn -

Una historia bellisima, que encuentro nos puede pasar a cualquiera de las personas que xateamos. De momento no me ha pasado, pero me imagino que tiene que ser bellisimo pasar una aventura asi, no crees? Ah! igual peco de ingenuo o igual no pillo quién es que lleva 12 años a quién. Salut, amor y prosperidad. Aragorn